¿SABÉS POR QUE LA IGLESIA DE PADUA TODAVÍA NO ES UNA BASÍLICA?
¿SABÉS POR QUE LA IGLESIA DE PADUA TODAVÍA NO ES UNA BASÍLICA?
A este templo, aún los Obispos, lo llaman Basílica, por su
magnificencia y calidad que le dan los atributos para serlo, pero nunca fue
consagrada como tal, simplemente, porque nunca se solicitó el decreto
correspondiente.
Hacia 1924 la Orden Franciscana era dueña de una extensa
propiedad de 40
hectáreas cuyo frente era la actual Avenida Centenario y
sus fondos la Avenida
Vergara (hoy Avenida de la Calle Real). En esta
propiedad fray Julián Lagos había fundado el Hogar Agrícola Modelo, una escuela
agraria para niñas huérfanas que se recibían de maestras rurales. Hacia 1930 la
señora Ernestina Llavallol de Acosta, una gran filántropa y descendiente de Manuel
Dorrego, tomó conocimiento de esta obra y decidió donar fondos para la
construcción de un templo dedicado a San Antonio de Padua en memoria de su
esposo Eduardo Acosta. Junto
con la Sra. de
Acosta se debe señalar como principal propulsor de la obra a fray Francisco
Alfonso.
La
Iglesia
de San Antonio de Padua se destaca por la calidad de su arquitectura y está
considerada una de las más bellas de la Provincia de Buenos Aires, al estilo de las
viejas abadías de Europa, se desarrolla en cuatro pabellones de dos plantas,
recuadrando otros tantos patios con sus fuentes centrales.
Fue erigida en 1931, con tres naves de estilo románico,
líneas esbeltas, con gran armonía en el conjunto, el templo fue bendecido el 29
de setiembre de 1931 por el entonces Obispo Auxiliar de La Plata Monseñor Dr.
Juan P. Chimento, siete años después el 23 de abril de 1938, era solemnemente
consagrado por el Monseñor Dr. Miguel De Andrea. Finalmente el 12 de junio de
1942 fue declarada iglesia Parroquial.
El altar que se alza sobre la derecha está dedicado al
Sagrado Corazón de Jesús, al que acompañan San José y San Francisco de Asís,
fundador de la Orden
Franciscana, el de la izquierda, a la inmaculada Santa Ana y
a Santa Teresita. Esta casa de Dios ha sido equipada generosamente con vocación
de Santuario; el arte magnífico del púlpito, los confesionarios, los bancos, el
mobiliario, el órgano eléctrico de tubos, todo, le da una calidad que va más
allá de lo litúrgico y confesional.
A ambas cabezas de las naves laterales, yacen sencillos
sepulcros, lechos de piedra tendidos en el suelo, amparados por dos altos
respaldos construidos en mármol funerario.
En el de la derecha bajo el epígrafe "Expecto
Dóminum" descansan los restos de Eduardo Acosta trasladados desde la Recoleta para el momento
de la inauguración del templo, ya que su deceso se había producido el 22 de
agosto de 1924.
En el de la izquierda, desde el 14 de julio de 1956, se
encuentran los de Ernestina Llavallol de Acosta, que descansan bajo el lema que
dice "ln Te, Dómine, Speravi".
Algunos datos interesantes:
Primer sacerdote a cargo del templo: Fray Gentil Sosa.
Primera misa: oficiada por Fray Francisco Alfonso.
Primera procesión: 13 de junio de 1931.
Primer matrimonio: entre Atanasio Castellanos y Elvira Sima el 06 de enero de 1932.
Primer bautismo: Margarita Gutiérrez el 22 de enero de 1932