¿CONOCES EL RÍO DE LAS CONCHAS?
¿CONOCES EL RÍO DE
LAS CONCHAS?
Desde los primeros repartos de tierras
realizados por Juan de Garay en la segunda fundación de Buenos Aires, fue
conocido como río de Las Conchas, conservó su nombre hasta el 1º de julio de
1954 fecha en la cual fue modificado por el actual Río Reconquista. Ello se
debió en homenaje a la reconquista de la ciudad de Buenos Aires, en la cual las
tropas encabezadas por Santiago de Liniers desembarcaron en su desembocadura y
marcharon hacia Buenos Aires para enfrentar la invasión de los ingleses.
En cuanto al nombre de Río de las Conchas dado por los
primeros conquistadores, es indudable que se debe a las innumerables
valvas de gran tamaño que se encontraban en sus orillas hasta hace pocos años y
se las podía hallar con facilidad. Actualmente se las puede encontrar
en su curso superior aunque en pequeñas cantidades. Se admite como
nacimiento del Río Reconquista la confluencia de los arroyos la Choza y Álvarez y como
desembocadura su unión con el río Lujan, para ir juntos hacia el Paraná y el
Río de la Plata.
El pasaje del río en épocas secas es fácil, ya que
prácticamente se corta, pero cuando llueve es difícil el paso. En tiempos
antiguos, cuando no existían puentes, el paso se hacía por los vados. El más
importante era el que existía a la altura del actual puente sobre la Ruta 7 en Paso del Rey, y por
él pasaba el camino hacia el Virreinato del Perú y Capitanía de Chile. Cuando
no se podía pasar por éste vado, el tránsito hacia aquellos lugares quedaba
cortado. Esto se remedió cuando se construye el puente Márquez, (Fue el puente
de mayor importancia histórica en la provincia de Buenos Aires). Construido en
1771 y habilitado en 1773 por Pablo Márquez, fue el lugar donde se cruzaba el
río por el Camino Real del Oeste, comunicando a Buenos Aires con el interior, su emplazamiento
fue declarado “Lugar Histórico Nacional” a raíz de la construcción del
Acceso Oeste el Puente Márquez fue destruido y hoy es sólo un recuerdo que
perdura gracias a las imágenes históricas.
Respecto a las aguas, eran claras, en ellas vivían toda
clase de peces, análogos a los que habitan las aguas del Paraná. Había nutrias,
tortugas, culebras, lagartos y todo otro animal propio de la llanura,
incluyendo gran variedad de aves, que anidaban en los bañados y lagunas que
existieron en los siglos pasados incluso en principio del presente. Abundaba la
vegetación hidrófila y en concordancia con los depósitos de conchillas, crecían
algunos talas, ceibos y junto a la ribera algunos sauces. Lo cierto era que el
Río Reconquista era un río que daba lugar para la natación, paseos en bote, la
pesca y para la filmación de escenas de películas que requerían de un
escenario natural y agreste.
Los Recreos era una de las importantes actividades de la
zona con gran afluencia de público, sobre todo en primavera y verano, aunque en
general ofrecían servicio durante todo el año. Eran grandes extensiones a la
orilla del río, con mesitas de cemento o madera y una parrilla cercana para
hacer asado. En época de primavera y verano, los recreos se colmaban de gente y
era común que las mesas y las parrillas no alcanzaran, a raíz de lo cual, la
gente tendía sus manteles debajo de la añosa arboleda. Cuentan los vecinos que:
“Entre las atracciones que el río ofrecía y hacían volar nuestra imaginación,
figuraban, el Puente Márquez y su pasado histórico, con la posibilidad de
encontrar allí algún hipotético sable abandonado; el club nudista de Ituzaingó;
el viejo castillo de “La Villa”,
en la zona del “Reposo” y el impactante y silencioso “cementerio de perros”,
con sus lápidas y monolitos”.
El río tuvo siempre frecuentes crecidas, que fueron de
graves consecuencias, en la medida que avanzaron los loteos en ambas
orillas. Para palear éstas, a veces, verdaderas catástrofes, se
construyó en las nacientes del río “la Presa de regulación, Ingeniero Carlos F.
Roggero”, inaugurada en 1971, la que se ha convertido en un lugar
preferido para el miniturismo.
El río Reconquista es hoy en día el segundo río más
contaminado de Argentina, siendo el primero, el Riachuelo. Sus aguas poseen
niveles excesivos de metales pesados y microorganismos patógenos, que provienen
de las descargas del alcantarillado, mataderos, curtiembres y otras industrias
que se ubican en su cuenca y vuelcan sus desechos al río y sus afluentes sin
tratamiento previo. Esta situación resulta evidente a simple vista y es
perceptible por el desagradable olor que se siente a cientos de metros del río.
El cauce del río y particularmente sus orillas constituyen
importantísimos yacimientos arqueológicos poco explorados, en las cuales en
2012 se encontraron restos fósiles de dinosaurios, los cuales fueron excavados
y extraídos.
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